Derrepente se vuelve una necesidad recurrir a soñar y pensar que un día te levantarás y todo será diferente. Me imagino mucha vegetación a mi alrededor, las personas viven en comunidad, todos tienen en sus mentes ideas como la solidaridad, la empatía, la colaboración, la compasión, etc..
Todo eso no son meras palabras en donde vivo, en mi sueño claro, existe mucha abundancia de alimentos, todos están sintonizados en mente, cuerpo y espíritu, con la abundancia y la riqueza que la tierra nos brinda día a día. El agradecer no es una costumbre u obligación, es como el respirar. Todos comparten sus cosechas, las intercambian, aquellos que saben elaborar productos los intercambian con los que producen, los mismo pasa con la tecnología, la ciencia, las habilidades cognitivas, físicas, etc.; que son impartidos sin secretismos, nada más basta caminar hacia la escuela de conocimiento y puedes respirar conocimiento si así lo quieres.
En las familias, los niños son entregados a la guía de los más ancianos todo el día pasan jugando y aprendiendo, ya no existe el miedo de que los niños vayan ser abusados o maltratados. Porque en este mundo no solo se sabe sobre la ley de la causa y efecto se la vive, se la respira, y aunque existen jerarquías, determinadas por el desempeño extraordinario de algunos miembros de la comunidad, estos van siendo los consejeros en grado mayor de sus miembros.
Los integrantes o ciudadanos de esta comunidad, se podría decir que nos mandamos solos, pues no hay necesidad de que alguien te sancione por botar basura fuera de lugar, o por romper algo del vecino o lastimar al otro, eso no es permitido por uno mismo, pues la consciencia del UNO está muy clara. Todos estamos tan con las leyes sublimes que rigen el universo y su hermosa creación como las flores, los árboles, los ríos, el cielo, las estrellas, las aves, los animales, los niños, etc., todas estas expresiones de Dios mismo.
Al respirar con intención, meditar al levantarte y conectarte con ese OM que surge espontáneo, sin forzarlo, la mente ya no ataca al ser humano como un enemigo incesante, ya no te dice que el ser humano se merece tal enfermedad o mas cual problema por lo malo que es; tampoco quieres cambiar tu cuerpo para aparentar ser más lindo y lograr ser querido por cómo te ves; ya no hay suicidios ni sifrimientos por no tener el dinero que compre cosas inútiles, autos, casas o ropa que te hagan ver ante los demás como valioso. La gente ya no se destaca por cómo luce, sino por lo que sabe y cómo lo aplica para el bien de la comunidad. En mi mundo de sueño existe cierta competencia entre los miembros de la comunida, competencia por quien sirve de mejor manera a la comunidad. La admiración está basada en cuanta luz irradias y cuánto más amor entregas.
Ya no hay pobreza, los habitantes de este mundo tienen los secretos del universo y los aplican. Ya no están guardados en bibliotecas del Vaticano u otras logias secretas donde se encargan de quemar cualquier libro de sabiduría, desde la biblioteca de Alejandría hasta la última biblioteca que tenga la respuesta a tantas interrogantes que el mundo se hace por años. En mi mundo de sueño, ya no se apaga la llama de sabiduría que traen los niños quienes nacen genios con mucha sabiduría interior y conocimiento; tampoco se crean distractores para que las personas no piensen o respiren bien.
Todas las grandes logias solo querían que el poder sea de pocos, jamás para los demás y lo defendían matando aquellos que se despegaban y veían el mundo de otra manera; aquellos que rompían el velo de la dominación psíquica y podían inventar energía limpia, o aquellos que desarrollaban sus capacidades científicas para sólo descubrir que la salud estaba en el respirar, alimentarse con lo que Dios puso en la tierra y que la gran farmacéutica se llama selva, montañas, agua de mar. La salud no era una gran industria donde se movía millones con la única finalidad de seguirte manteniendo enfermo, para que las supuestas soluciones sean vendidas y así enriquecer a pocos y enfermar a muchos más.
Descubrimos que el cuerpo está diseñado para ser sano, somos una creación magnífica indiscutible. Conocemos sobre la biodecodificacion sabemos que el cuerpo debe estar en equilibrio con el espíritu y la mente, debemos ser coherentes en la vida. El desequilibrio en nuestro espíritu se traduce a pensamientos negativos, a miedos e inseguridades, y eso nos hace actuar en contra de nuestro organismo. Al conscientizar esto, la sanacion y la salud ya no es un lujo, es una constante en nuestra comunidad.
Por otra parte, Dios no es una idea, ni tampoco se trata de una creencia, en esta comunidad Dios es una verdad, por eso no se necesitan intermediarios que hable en nombre de el, porque todos somos uno. Las iglesias no están hechas de ladrillos, ventanales lujosos y oro, nuestro cuerpo es un templo, cada uno de los miembros es su propia iglesia, el mundo que vemos y los ojos de aquellos a los que amámos son el espejo donde Dios se mira.
El amor ya no es solo una palabra para las parejas, el amor se manifiesta en todas sus formas, amas todo lo que te rodea, las expresiones de la vida, desde los animales hasta el ser humano que escoges para que compartir diariamente. No hay papeles que intitucionalicen un sentimiento, que te obliguen a vivir con alguien, lo haces porque así lo sienten los dos, el amor es un acuerdo de dos y nadie juzga o se inmiscuye en la vida de los demás.
No hay discriminación de género, preferencia sexual o raza, se respetan la diversidad, todos tienen los mismos deberes y derechos en la comunidad. Las leyes universales están tan claras que nadie pelea, todos tenemos derechos y terminan donde empiezan los derechos del otro. No existen las cárceles, para qué?, la sociedad tal y cómo está constituida es una escuela constante de vida.
Cuando respiras, observas, meditas y le miras a Dios a los ojos; el conocimiento llega con un hermoso equilibrio. La comunidad ha entendido que la riqueza no es el dinero que puedas acumular, que nacen con abundancia y vienen a ese mundo a encontrar el paraiso del Eden, que siempre ha estado aquí, pero habiamos perdido la habilidad de verlo.
Volvemos a las reglas universales que rige esta dimensión, todos somos uno y así vivimos.
IKOA